»Llegue delante de ti el gemido de los presos; Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte, Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su infamia, con que te han deshonrado, oh Señor.«
Salmos 79:11-12
Al leer estas palabras del salmista, enseguida han venido a mi mente imágenes terribles del ataque terrorista de Hamas en octubre contra ciudadanos inocentes en Israel, que no habían hecho daño a nadie.
Como entonces, muchos estamos elevando oraciones al Señor semejantes a esta para que los rehenes que aún permanecen en poder de los violentos, sean puestos en libertad vivos. Lamentablemente, cada día nos enteramos de un muerto más y algún soldado de Israel más que cae por defender su nación y por intentar liberar a los rehenes.
No es nada nuevo, es la eterna lucha entre Isaac e Ismael, agravada con la llegada del inventor del islam.
Pero no nos enteramos por los medios generalistas sino por las redes sociales, porque la violencia contra Israel como contra el cristianismo, parece no importarle a nadie. Como es el caso de Nigeria.
Sigamos orando por los que están en cautiverio por su fe. Nuestras oraciones son lo que les sostiene.