»Los sacó con plata y oro; Y no hubo en sus tribus enfermo. Egipto se alegró de que salieran, Porque su terror había caído sobre ellos.«
Salmos 105:37-38
Se refiere al pueblo de Israel cuando Dios los saca de Egipto por mano de Moisés después de las plagas.
Dios llevó allí primero a José, quien después de pasar por la cárcel por una denuncia falsa de la mujer de Potifar, interpretó el sueño de faraón y éste le puso por gobernador de la tierra de Egipto.
El pueblo creció tanto que llegó a ser más numeroso que los egipcios, y al ver su aflicción el Señor los liberó.
Hay esperanza para todos los que ahora están esclavizados, no solo por el pecado, sino también por los gobernantes.
Todos los que miren a Cristo y crean que es el Hijo de Dios y nuestro Salvador, serán liberados de la esclavitud para toda la eternidad.