«15Pero al ver Faraón que le habían dado un respiro, endureció su corazón y no les hizo caso, tal como el Señor lo había dicho. 19Entonces los hechiceros dijeron a Faraón: —Es el dedo de Dios. Pero el corazón de Faraón se endureció, y no les hizo caso, tal como el Señor lo había dicho. 32Pero también esta vez Faraón endureció su corazón y no dejó partir al pueblo.»
Éxodo 8:15,19 y 32
Dios envió plagas de ranas, piojos y moscas a Egipto, pero Faraón no dejó ir a los hebreos a adorar y ofrecer sacrificios a Dios, como el Señor había advertido a Moisés.
Faraón representa al enemigo de los creyentes y de Dios, el anti Cristo. Israel representa al pueblo de Dios formado por los hebreos y los cristianos, que hoy está en aflicción.
Las plagas son situaciones o acontecimientos a nivel nacional o mundial, que el Señor envía para hacer ver al tirano enemigo del pueblo de Dios, que es Él quien tiene toda autoridad y poder en la tierra, en el cielo y en la naturaleza.
¿Cuántas plagas hacen falta para que el tirano se dé cuenta de quien tiene el poder absoluto?
Lo que puede acelerar el proceso es una Iglesia unida de verdad y la oración sincera delante de Dios.