Isaías 37:33-34
“Por tanto, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: «No entrará en esta ciudad ni lanzará contra ella una sola flecha; no se enfrentará a ella con escudos ni levantará contra ella ningún baluarte. Por el camino que vino, volverá y no entrará en esta ciudad, dice el Señor.”
Como vimos ayer, el rey Senaquerib estaba amenazando al pueblo de Dios, con entrar en Jerusalén y conquistar la ciudad y sus habitantes. Estaba confiado porque lo había logrado en otras ciudades que tenían otros dioses, dioses falsos claro. Pero no contaba con que el Dios de Israel es el Todopoderoso Creador Omnipotente, quien por medio del profeta Isaías, y ante la amenaza del rey de Asiria, pronuncia estas palabras de los v.33-34, y añade en el v.35 “Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y a David mi siervo.”
No hay amenaza que pueda llevar a cabo nadie en esta tierra contra los hijos de Dios.
Si Él está con nosotros, nadie puede estar en contra. Él decide los tiempos y las razones, y hace su voluntad siempre, en el tiempo apropiado.
Solo debemos seguir teniendo fe.