Isaías 40:3
“Voz de uno que clama en el desierto: «¡Preparad un camino al Señor; nivelad una calzada en la estepa a nuestro Dios!”
El profeta pronuncia estas palabras en referencia a Jesús.
Juan el bautista las repite y son recogidas en Mt. 3:3; Mr. 1:3 y Jn. 1:33; de ahí su relevancia.
Por un lado se profetiza, y después se cumple la profecía por parte del bautista anunciando, y más tarde bautizando, al Mesías.
Para ello, como dice el v.4 había que alzar todo valle y bajar todo monte y collado; eso habla de allanar, de preparar en condiciones, el camino para que Jesús llegara y su mensaje calara en los corazones. Habla de preparar los corazones de las personas.
El resultado sería (v.5) que la gloria del Señor se manifestaría y todas las personas lo verían, tal como el Señor había hablado.
Hoy cobra sentido especialmente cuando vemos la deriva de la sociedad y en lo que se ha convertido el mundo, violencia, mentiras, imposiciones, pecado, persecución de todo lo que sea cristiano.
La iglesia debe anunciar de nuevo y con voz fuerte, la venida del Señor, y esta vez no para salvar sino para reinar, aunque hasta que venga sigue siendo día de salvación para todo el que crea.
¡Anunciemos su venida y su evangelio de paz y amor! Preparemos el camino al Señor.