Isaías 8:12-13
“—No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. Solo al Señor de los ejércitos tened por santo; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.”
Bien podríamos aplicarnos estas palabras para calmar la ansiedad que nos provoca lo que vemos hacer a los gobernantes de las naciones de la tierra.
Cada día dictan leyes que solo buscan el bienestar económico de unos pocos, en lugar del de la mayoría, o el de todos. Leyes contra la familia, contra la identidad sexual, contra la fe si se trata de la fe cristiana, contra la propiedad, contra la libertad de expresión. Quieren hacer desaparecer el dinero físico para tener un control absoluto sobre todas las personas.
Vemos como se va cumpliendo lo que está escrito en la Biblia, que sucederá en los últimos tiempos.
Ahora las naciones se unen contra Israel porque se está defendiendo de los continuos ataques de grupos terroristas por el norte y por el sur.
Atacan y persiguen a los cristianos cada vez en más países y con más odio y violencia.
Ante esto solo nos queda temer a Dios, que juzgará a todos, y no temer las conspiraciones de los hombres malos.
¡Solo a Dios sea la gloria!